Reingeniería Sam - Mirada al futuro

Sam-600Lo que comenzó como un ejercicio de trabajo en equipo para el festival internacional de cine de Cleveland se convirtió rápidamente en una posible mirada hacia el futuro de nuestra industria, una reafirmación de cómo la vida puede cambiar en un instante y una apreciación renovada de cómo la pasión con una perspectiva optimista positiva puede conducir a las personas a hacer lo inimaginable.

La película "Reingeniería Sam" narra el viaje del tetrapléjico Sam Schmidt, un piloto de carreras de Indy que, a pesar de un choque en 2000 que lo convirtió en un tetrapléjico, nunca perdió su esperanza o pasión para conducir. A lo largo de la película, se siente atraído por Sam, su familia y su representación muy honesta de las vulnerabilidades cotidianas. El increíble impulso de Sam para competir y ser parte de la industria de las carreras ha tenido un impacto en todos los que están cerca de él. Sería, inevitablemente, el impacto que Sam tuvo en un fanático, lo que haría que sus sueños de conducir un automóvil se hicieran realidad de nuevo.

Durante la película, se nos da una mirada al interior de los médicos y científicos, que están tan motivados y dedicados como Sam, al avance de las tecnologías adaptativas. Su tecnología innovadora que utiliza movimientos de la cabeza y ondas cerebrales está allanando el camino para avances en la forma en que las personas con lesiones en la médula espinal operan y se comunican. Para Sam, la tecnología le ha permitido volver a conducir.

En mayo de 2016, Sam alcanzó las 152 mph en su automóvil adaptado en el Indianapolis Motor Speedway. El auto de Sam usa cuatro cámaras para monitorear su cabeza y transmitir sus movimientos a los neumáticos. También usa comandos de voz para cambiar de marcha, movimientos de la cabeza para conducir y manipulación de la respiración para acelerar y frenar. En septiembre, el vicegobernador de Nevada, Mark Hutchison, le otorgó la primera licencia restringida en la nación para conducir un automóvil semiautónomo. La tecnología sin conductor puede estar en el horizonte, pero para conductores apasionados como Sam no hay nada mejor que estar detrás del volante.